SAT
¿Cómo puedo aplicar el Factoraje Financiero en mi empresa?

Una de las problemáticas que han enfrentado los pequeños y medianos empresarios de Latinoamérica es acceder al financiamiento que necesitan. Si bien existen entidades que se dedican a eso, es frecuente que se nieguen a prestarles este servicio. En este contexto es que aparece la vía de acceso al capital para las pymes denominada Factoraje Financiero.

¿Qué es el Factoraje Financiero?

Según la definición del Banco Mexicano de Comercio Exterior (Bancomext), el factoraje financiero es un método a través del cual se obtiene efectivo de una organización que se especializa en el financiamiento que asumirá el riesgo comercial y político. Se realiza de forma semanal, mensual o en un plazo diario, con el descuento de las cuentas a cobrar y demás activos.

En pocas palabras, se trata de un sistema de financiamiento alternativo a los tradicionales. A corto plazo, les garantiza a las empresas liquidez y flujo constante de efectivo, dos recursos fundamentales para lograr mantenerse y crecer.

En el factoraje financiero intervienen tres participantes: una empresa, deudores con facturas a pagar y una financiera. El primero es el que necesita el dinero y se denomina factorado o cliente. El segundo, llamado deudor, es quien gastó a crédito en la empresa. El tercer, factor o factorante, es el que brinda la solución.

Como parte de esta relación, el factorante le compra facturas a cobrar a los deudores. Y le entrega a la empresa acreedora de esas deudas el correspondiente monto de manera inmediata o adelantada, reteniendo un porcentaje acordado. De esta forma, el factorado obtiene el dinero sin tener que esperar los plazos de pago del deudor.

Principales tipos de factoraje financiero

Factoraje a clientes: conocido como el tradicional, implica la compra y venta de facturas por cobrar entre el factorante y el factorado. La característica principal de este modelo es que el dueño de la factura solicita directamente el financiamiento.

Factoraje a proveedores: consiste en que un gran comprador establezca un vínculo con una empresa de facturación. De esta manera, sus proveedores, pequeñas y medianas empresas, tienen la posibilidad de recibir los pagos inmediatos y él, la de realizar sus pagos a crédito.

Factoraje con recurso: se da cuando el factorado o cliente es solidariamente responsable con el deudor, es decir, quien compró a crédito.

Factoraje sin recurso: el factorado queda libre de responsabilidad. Es el factorante quien asume por completo la cobranza de las facturas y, por lo tanto, el riesgo.

Factoraje de cobranza directa: el factor le cobra directamente al deudor.

Factoraje de cobranza delegada: es el cliente del factor el que se encarga de cobrar las cuentas pendientes al deudor y de entregar los recursos al factor.

Factoraje nacional: cuando los tres participantes del sistema de financiamiento están ubicados en el mismo país.

Factoraje internacional: la empresa y el cliente están emplazados en diferentes países y se dedican a la exportación y/o importación de bienes o servicios.

Ventajas y modos de aplicación.

El factoraje financiero puede transformarse en una herramienta imprescindible para sostener a mediano plazo la economía de una empresa. Puede facilitar la disponibilidad de activos para invertirlo en una oportunidad de negocios imperdible. Puede permitir adquirir recursos para el desarrollo cuando sea necesario, sin pensar en las fechas de cobro.

Las ventajas principales del sistema de factoraje radican en la inmediatez en la que se recibe el dinero y en la liquidez constante. Permite olvidarse e independizarse de los plazos de pago estipulados con los deudores. Brinda la posibilidad de disponer de dinero y no tener que rechazar nuevos negocios o inversiones por la falta de éste.

De todo esto se desprende que la mejor manera de aplicar el factoraje financiero es la que le convenga al negocio. Hay que evaluar si se necesita el dinero a corto, mediano o largo plazo. Y considerar la tasa de interés que se estipule y si es conveniente afrontarla en el momento económico de la empresa. Es importante recordar que de la tasa también dependen los plazos de entrega del dinero.

Finalmente, elegir una institución financiera con operación digital es una buena opción ya que están activas las 24 horas y su aprobación exige pocos requisitos.

 

 

 

 

Post Relacionados

Learn More

Related Posts

Únete a nuestra Newsletter

¡Mantente informado!

Aviso sobre Cookies en WordPress por Real Cookie Banner