El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que no habrá reforma fiscal en 2022, para dar término a un debate que duró meses en el que se discutieron propuestas como fiscalización, informalidad, simplificación de procesos e impuestos a la herencia y la riqueza.
ISR progresivo
Aunque parece que por ahora no habrá reforma, algunos especialistas siguen discutiendo modificaciones fiscales. Una de estas modificaciones podría darse en el impuesto sobre la renta (ISR) de personas físicas.
Las tasas de ISR dependen de los ingresos de los contribuyentes; actualmente, las tasas van de 1.92% para ingresos hasta 7,735 pesos, y hasta 35% para ingresos que superen los 3.8 millones de pesos al año. El problema es que las tasas no son progresivas; así, hay menor distancia entre los rangos mientras menores sean los ingresos. En cambio, en mayores ingresos, las distancias entre rangos son más largas.
Otra propuesta importante es la de cambiar las tasas de ISR para pequeñas empresas. En entrevista con La Razón, Pedro Salcedo, presidente de la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme), dijo que es injusto que pequeños negocios paguen la misma tasa que grandes empresas.
Actualmente, la tasa de ISR para personas morales es de 30%, por lo que grandes compañías internacionales terminan pagando la misma tasa de impuestos que los pequeños negocios. Ante este escenario, la Alampyme quiere que se integre un tabulador para el pago de ISR en personas morales.
Finalmente, se propuso que los gastos fiscales ayuden en mayor medida a los deciles de menos ingresos. Con esto, se espera mejorar la recaudación en 0.1% del PIB; hay que recordar que la reforma fiscal de Buenrostro hubiera aumentado la recaudación en 2%.
